Para aventurarse en el agitado e incierto mundo de ser empresario y crear empresa con todos los “juguetes”, como diría nuestro escritor, se necesita mucho más que una buena idea o un buen producto (importantes sí, pero no suficientes), hace falta complementar esa idea o producto con un buen PLAN DE NEGOCIOS que permita guiar, enfocar, dar a conocer, proyectar la naciente empresa.
En el proceso de ser empresario se van formando circunstancia y figuras que enriquecen y son de vital importancia en la consecución de los objetivos. Identificaremos entonces unos momentos de sentido relevantes en el libro que nos mostrara algunas pautas fundamentales que los nuevos empresarios deben considerar.
Uno de los primeros momentos claves es la asociación de Andrés Martínez y Felipe Escudero, ambos muchachos inquietos estudiantes de ingeniería de procesos, que deciden asociarse con un fin común, un sueño compartido “crear empresa”, es importante el hecho de multiplicar esfuerzos y talentos, y así fue como lo entendieron Andrés y Felipe, que se pusieron en marcha sin una idea muy clara pero con unas ganas enormes de crear empresa.
Dentro de estos momentos de sentido es muy importante la concepción y realización de la idea, pues nace de la observación aguda que estos muchachos hacen de un problema real, surge de una necesidad que ellos supieron abarcar. Como es lógico la idea al principio no era muy clara, pensaron primero en varias soluciones alternativas pero sin mucha innovación hasta concebir la monumental, gigantesca y quijotesca idea de cambiar “el formol, sustancia que desde su invención en 1868, es lo que se ha usado...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.